jueves, 3 de enero de 2008

Así somos, pues...

Pasa otra navidad, finaliza otro año y yo vuelvo a concluir que si hay algo que disfrutamos de estas épocas es: la comida en familia. No importa la hora, no importa dónde, lo que mejor sabemos hacer en estos tiempos es (ta tan) comer. Bien sea la cena de navidad, y lo que sobró de ella para el día siguiente; o pastelitos en el desayuno; o un 'antojito' de fresas con helado, lo que sea es bienvenido. Y cómo no disfrutarlo, si lo más sabroso es que estamos todos juntos. Que si mi prima quiere esto, que si mi tía lo otro, mi mamá aquello... y al final todos terminamos comiendo todo, complaciendo a todos, siendo felices todos. Con frases como 'en Enero comienzo la dieta' nos damos permiso de hacer todo esto, sin culpa, sin nada. Somos un grupo bastante peculiar y numeroso, tenemos serios inconvenientes para conseguir mesa en los sitios, para que nos despachen nuestros pedidos (como por ejemplo el de unos 60 pasteles un 25 de Diciembre temprano en la mañana), pero al final, como diríamos, 'no los tomamos con soda' y disfrutamos de nuestras vacaciones. Es una de las pocas épocas en que logramos estar todos juntos, hasta la más ocupada (mi señora madre) hace un alto en su trabajo para disfrutar de estas vacaciones. En medio Mi sde toda la rochela, el único momento en que logramos mantenernos en silencio (bueno, por lo menos por los primeros 30s) es mientras comemos... Por eso también valoro el comer en familia, es un momento en que (disfrutando de un bocado de algo) nos veo y me hace feliz el saber que, aunque durante gran parte del año estemos distanciados (sobre todo mi generación por razones de estudios), cuando llega la época decembrina es como si nada hubiera pasado, como si más bien las vacaciones hubieran sido toooodo ese otro tiempo y en ese momento estuviera de regreso a casa. Empecé hablando de la comida, y terminé llegando a la familia... y ¿cómo no? si son lo mejor de estas vacaciones. Así somos nosotros... Así soy yo, y así es mi familia.

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